Mientras recuperamos el ritmo del bloguear..os dejo la colmuna de Juan Manuel Freire, gracias a Mahala por dármela a conocer. Hoy la pondremos entera, el resto de días o iré poniendo de vez en cuando el link, o ya le seguis directamente a él en la página de PlayGround.
http://playgroundmag.net/especial/8543
Juan Manuel Freire
Me entristece ver cómo se cierran tiendas de discos por los motivos más diversos: porque nada como tocar un disco antes de pagarlo, porque significa que poca gente quiere pagarlos, y porque siempre me ha gustado la idea de trabajar en una de ellas. Bueno, tampoco desde siempre. Me marcó un poco ver lo bien que se lo pasaban los empleados de Empire Records en la película homónima de 1995, que recomiendo no revisar a quien todavía la recuerde con cariño. Y me acabó de marcar, unos cinco años más tarde, observar a los tipos de Championship Vinyl en su constante trasiego de listas. Algunos las odian, pero las listas son la vida: oportunidad para repasar, rememorar, ordenar ideas, asentar poética personal, pelearte con tu mejor amigo por gente que no conoces realmente. Les puedo decir que recuerdo los primeros días del LivingSocial como la era dorada de Facebook (rezo cada día porque Fincher haga referencia a este tema en su película). Y que los estertores de este crudo 2009 han sido, pese a todo, divertidos: no solo había que hacer listas de fin de año, sino también de la década, en una orgía desenfrenada de decisiones, borrones, cambios de orden, cortar y pegar, trágicas anulaciones, etcétera. Como al pasar la última página de un buen libro, tras concluir con este festival de listas me estranguló el horror vacui. Para sobrevivir decidí hacer, claro, otra lista: una de apuestas para el 2010: quince artistas que deberían liarla parda este año. Corazonadas, fijaciones, caprichos del nene. Ya saben, siéntanse libres de hacer sus propias apuestas en el apartado de comentarios.
Class Actress: Mi lista personal de grupos que me gustaría que triunfaran y seguramente nunca lo harán se inicia con el nuevo proyecto de la cantautora folk Elizabeth Harper, Class Actress: oscuro synth-pop con beats sampleados de vinilos ochenteros, teclados vintage y letras marcadas por la depresión romántica. Suenan como un híbrido de Crystal Castles con Little Boots, o como si Glass Candy decidieran componer con la vista puesta en las listas. Su EP de debut, “Journal of Ardency”, aparece en febrero en Terrible Records, el sello de Chris Taylor (Grizzly Bear). Aquí el primer y más eficaz tema del lanzamiento: “Careful What You Say”.
Delphic: Sobre estos chicos se suele decir que sus influencias saltan a la vista: New Order, sobre todo, pero también Klaxons, Bloc Party, M83… Al parecer se nos olvida que “Acolyte” es solo un primer disco y que, por tanto, Delphic todavía tienen permiso para dejar entrever sus débitos. ¡A ver, pero si los primeros discos de The Beatles y The Rolling Stones estaban llenos de versiones! Por otro lado, aunque Delphic puedan hacer pensar en New Order –hasta su web parece diseñada por Peter Saville–, no se quedan en la reproducción de tics, sino que elucubran y fantasean con acierto sobre cómo deberían haber sonado estos en el 2010, apoyados en la producción por Ewan Pearson. Algo así como un nuevo “Golden Skans”, “Doubt” es, sin duda, el primer gran single de este año.
The Drums: Este grupo de Brooklyn es la versión blockbuster –o sea: lustre en la producción, ganchos como castillos, potencial masivo– de la nueva ola surf-pop llegada del indie estadounidense. Entre sus influencias figuran, cómo no, The Beach Boys, pero hay algo también de tormento y angustia brit: sombras de Joy Division, The Smiths, en un claroscuro intrigante. Descritos por el NME como “New York’s official Coolest Band” y votados por los lectores de Pitchfork como “Best Hope for 2010”, el éxito de estos chicos, que además tienen imagen, parece cantado, aunque nunca se sabe; es un mundo extraño, ¿no es así? Por mi parte, voto porque “Let’s Go Surfing” se convierta en la “canción del silbido” de los próximos doce meses.
The Golden Filter: Mi fascinación por The Golden Filter es, básicamente, una enfermedad. De hecho, suya es la única camiseta de grupo que recuerdo haber comprado –y vestido con orgullo– en los últimos años. A este dúo nu-disco de insólita sabiduría pop se le conoce esencialmente por el hit “Solid Gold”, pero sus remixes para Peter, Bjorn & John (de “Lay It Down”, superior al original), Cut Copy y, sobre todo, Polly Scattergood (ese tremendo trío de remakes de “Please Don’t Touch”), combinan audacia creativa con competencia técnica para erigirse como obras maestras de relojería indie-dance. “Thunderbird”, su último single, es bigger than life. Y el álbum ya tarda en llegar.
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