Info sobre el disco por Elefant Records:
Por fin llega a nuestras manos, después de ese aperitivo que fue “Mr. Shoji” (bombazo bailable con aires jamaicanos, mejor canción de 2009 para la revista Rockdelux), el esperadísimo segundo disco de SINGLE, el grupo comandado por Teresa Iturrioz e Ibon Errazkin. Y una vez con el disco entre las manos, podemos decir que estamos ante el trabajo más completo, consistente, perdurable y logrado de toda su carrera. Y eso, en el caso de Teresa e Ibon, es decir muchísimo.
Quienes conozcan su trayectoria de culto al frente de LE MANS encontrarán en este disco algunas claves que conectan ese pasado mítico con el futuro esplendoroso que han ido abriendo en este nuevo proyecto. Si “Pío pío”, primer álbum de SINGLE, era una colección de canciones compuestas en un período de años, experimentando con nuevos formatos, ritmos y programaciones y encontrando nuevos caminos para su curiosidad inagotable, “Monólogo interior” es un álbum más clásico y compacto, sin un argumento conceptual pero sí con un enfoque más intimista, incluso introspectivo en ocasiones, que abunda en imágenes que evocan sentimientos de pérdida y nostalgia y es menos declaradamente rítmico.
Ojo, no quiere decirse que queden a un lado los ritmos animados e incluso bailables que tanto brillaban en gran parte del primer disco: ahí están el ritmo de orquestina onírica de “Fotos”, el tango futurista de “Oda a los negros”, el cimbreo latino de “Gracias a la vida” o el frenesí instrumental de “Monólogo interior” (la canción). Pero, en este caso, los ritmos pierden sofisticación para abrazar un sonido algo más retro, de caja de ritmos vintage, que contrasta a la perfección con los arreglos futuristas de teclado y sintetizador. En especial, con los sintes galácticos que ha incluido Genís Segarra (ASTRUD, HIDROGENESSE) en la práctica totalidad de las canciones del disco, perfilando la personalidad de cada canción con detalles dignos de Jean-Jacques Perrey, de Joe Meek o de soñadores cibernéticos más actuales como ISAN.
Y qué decir del austero y bellísimo trabajo de Javier Aramburu, que sigue sorprendiendo en cada nueva portada del grupo encontrando nuevas y cada vez más preciosas vías para retratar a Teresa. La portada de “Monólogo interior” es como un cuadro perdido de Vermeer, de una belleza serena y misteriosa. Con una portada así, uno encuentra un placer especial en el momento de sacar el disco de la funda, ponerlo sobre el plato y esperar a que empiece a sonar con una música igual de bella, serena y misteriosa que su envoltorio.
Teresa es en este disco más que nunca una diva de la canción al estilo centroeuropeo, una Brigitte Fontaine o una Ingrid Caven interpretando el pop del futuro: música adulta y a la vez insaciablemente juvenil, que mira siempre hacia adelante con los pies bien asentados en lo mejor y más aprovechable del pasado más original.
“Monólogo interior” comienza majestuoso con “Todo cambia en un instante”, un tour de force impresionante grabado en directo con todos los músicos tocando juntos a la vez en el estudio, y con unos arreglos vocales de pura magia, que erizan la piel al escucharlos. Canciones como “Chinese white” (una letra sencilla y directa, pero a la vez culta y rigurosa, en el estilo de las mejores VAINICA DOBLE, con arreglos como de otro mundo), “Pensamiento” (conducido por los arpegios de la guitarra española, herencia clara de LE MANS) o la maravillosa “En el restaurante” (una melodía bellísima que empieza y acaba con un pasaje orientalizante que evoca los arreglos de Robert Kirby para Nick Drake), marcan la parte más reposada y clásica del disco. “Miau” es un brevísimo tema de elegancia felina que sirve de equilibrio entre esa serenidad y la frenética cabalgada de teclados de todo tipo, como si MADNESS tocasen en la cantina intergaláctica de Star Wars, del tema titular, un instrumental que es de todo menos introspectivo. Más colorista aún es esa versión de “Gracias a la vida”, la canción universal de Violeta Parra, que el grupo viene tocando en directo desde hace tiempo. Esta versión se basa en la interpretación de Joan Baez, a quien samplean a modo de homenaje, pero con un aire de baile popular latinoamericano que deja por el camino el enfoque folk de las versiones anteriores.
“Posponías” es otro de los momentos destacados del disco, una contagiosa melodía que sobrevuela un ritmo de vals, con una letra brillante una vez más, unos arreglos de sintetizador-silbido de Genís que se convierten en el gancho melódico y un magnífico solo de guitarra de Ibon. El videoclip de esta canción, dirigido por Miguel Gutiérrez de Bergareche, fue rodado en un plano continuo y una sola secuencia en los cines Luna de Madrid, y cuenta con la participación del diseñador Carlos Díez.
Tras la vuelta al clasicismo heterodoxo con canciones como “La cama” (y sus teclados y violines a lo Jean-Jacques Perrey) o “La ola” (un hermoso y melancólico canto al verano del norte), este disco fabuloso, que crece con cada escucha, acaba con dos breves reprises: “Pensamiento 2” y “Un breve instante”, la coda final que enlaza con el tema inicial y cierra el círculo con una sola nota grave, con la misma solemnidad y majestuosidad con que se inició.
A todos los niveles, SINGLE han hecho un clásico instantáneo, un disco enorme que no hará más que crecer hasta convertirse en objeto de culto y admiración. Una vez más, y ahora más que nunca, hay que quitarse el sombrero.
Listado de canciones:
01. Todo cambia en un instante
02. Fotos
03. Chinese White
04. Posponías
05. Pensamiento
06. ¡Miau!
07. En el restaurante
08. Gracias a la vida
09. Monólogo interior
10. La cama
11. Oda a los negros
12. La ola
13. Pensamiento nº 2
14. Un breve instante
Video "Posponías"
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